La ancestral técnica de supervivencia que mantiene calientes a los esquimales en el duro frío ártico, incluso sin fuego

🔥 ¿Por qué necesitamos calefacción cuando hay otra manera? ❄️ Desde tiempos remotos, los esquimales dominan el arte de construir iglús -casas hechas de nieve y hielo- que les mantienen calientes ¡sin fuego! ¿Te parece increíble? ¡El secreto que se esconde tras esta fascinante técnica se explica detalladamente a continuación en el artículo! 📖👇

Diferentes culturas han desarrollado formas únicas de adaptarse a sus entornos, y algunos de estos estilos de vida pueden parecer casi inimaginables para los forasteros. Uno de los ejemplos más fascinantes es cómo los esquimales consiguen vivir cómodamente en estructuras hechas enteramente de nieve.

Durante siglos, los humanos han construido refugios utilizando cualquier material disponible en su entorno. Para los esquimales, la nieve y el hielo eran los recursos más abundantes en su dura y helada tierra natal. A pesar de lo que cabría esperar, estas viviendas de nieve -llamadas iglús- son sorprendentemente cálidas por dentro. Mientras que en el exterior las temperaturas pueden descender hasta los -40°C, en el interior pueden alcanzar unos acogedores +20°C, gracias a ingeniosas técnicas de construcción.

El arte de construir un iglú
El diseño de los iglús se ha perfeccionado a lo largo de muchas generaciones, con métodos específicos transmitidos de generación en generación para garantizar la máxima calidez y durabilidad. La forma más sencilla de crear un refugio es aprovechar un montón de nieve existente. Si sólo se necesita un refugio temporal, se pueden compactar las paredes de un banco de nieve y excavar un hueco en su interior, creando así una cueva de nieve lista para usar.

Para una vivienda más permanente, el iglú se construye cuidadosamente en forma de cúpula. El tamaño ideal es de unos dos metros de alto y un poco más de diámetro. A diferencia de las casas convencionales, los iglús no tienen puertas en el sentido tradicional. En su lugar, la entrada se diseña como un pequeño túnel situado más bajo que el nivel del suelo, lo que impide que el aire frío se cuele en el interior. Esto también garantiza una ventilación adecuada, sobre todo cuando se utiliza un pequeño fuego para la calefacción. Sin embargo, esta entrada debe reforzarse en caso de fuertes nevadas para evitar que quede enterrada.

Construir un iglú con bloques de hielo
Si no se dispone de bancos de nieve naturales, los esquimales utilizan bloques de hielo compactado como material de construcción. Estos ladrillos de hielo se cortan en cubos o rectángulos, aunque sólo la base del iglú se construye con bloques rectangulares. Como las paredes se curvan hacia arriba en espiral, los bloques utilizados en las capas superiores tienen forma de trapecio y, finalmente, de triángulo en la parte superior, lo que garantiza la estabilidad de la estructura.

Para mantener los bloques unidos, se utiliza una mezcla de nieve y agua como aglutinante. Algunos iglús se construyen incluso con «ventanas» de hielo transparentes o secciones hechas con estómagos de foca, que permiten que se filtre la luz. Sin embargo, las propias paredes de nieve son buenas transmisoras de la luz diurna y, para iluminar más, los esquimales utilizan tradicionalmente lámparas alimentadas con grasa animal.

Cómo se mantienen calientes y secos los iglús
Sorprendentemente, a pesar de estar hechos de materiales helados, los iglús no sienten frío en su interior. El calor de los ocupantes y de los pequeños fuegos hace que las paredes interiores se derritan ligeramente y, al volver a congelarse, el agua refuerza la estructura. La nieve también actúa como capa aislante, atrapando el calor en el interior y manteniendo el aire frío fuera. Incluso sin fuego, la temperatura dentro de un iglú rara vez baja de los +15°C. Para mayor comodidad, se colocan gruesas pieles de animales en el suelo y se cuelgan de las paredes, haciendo que el espacio sea cálido y acogedor.

Una técnica de supervivencia probada
Algunas comunidades indígenas siguen utilizando los iglús para vivir en invierno, y muchas de estas viviendas están conectadas por una red de túneles que permiten desplazarse entre los refugios sin tener que salir al frío. Las técnicas utilizadas por los esquimales para construir estos refugios también han sido adoptadas por exploradores árticos y alpinistas, lo que demuestra que este antiguo método de supervivencia sigue siendo igual de eficaz hoy en día.

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