¿Recuerdas a Penny Johnson en la clásica película de 1️⃣9️⃣8️⃣7️⃣ tras la que se convirtió en un icono de la época?🤗👏 ¡Allí tuvo la suerte de protagonizar junto al legendario Patrick Swayze! 🙌🤩 El personaje fue interpretado por Cynthia Rhodes, actriz que se catapultó a la fama y el reconocimiento mundial tras ¡Dirty Dancing y Staying Alive! 🎬🎭 Sin embargo, en la 1️⃣9️⃣9️⃣0️⃣s, en la cima de su lloviznante carrera, tomó la decisión de abandonar Hollywood, ¡dejando así a todo el mundo boquiabierto!🤯🤐 ¿Interesado por qué? 🤔🤨 Si es así, ¡mira el artículo!👇
Cynthia Rhodes, famosa por sus papeles en icónicas películas de baile de los 80 como Dirty Dancing y Staying Alive, tomó la sorprendente decisión de alejarse de los focos en la cima de su carrera. A sus 67 años, Rhodes deja tras de sí un legado de inolvidables interpretaciones en algunos de los dramas de baile más célebres de la época.
Nacida en Nashville, Tennessee, Cynthia era una cantante y bailarina de talento. Su primer papel importante en el cine fue en el musical Xanadú (1980), junto a Olivia Newton-John y Gene Kelly. Pero fue en 1983 cuando empezó a destacar de verdad, interpretando a la bailarina Tina Tech en Flashdance. Ese mismo año consiguió un papel importante junto a John Travolta en Staying Alive, la secuela de Fiebre del sábado noche.
Su papel más famoso llegó en Dirty Dancing (1987), donde interpretó a Penny Johnson, una profesora de baile de un hotel. En este memorable papel, Rhodes demostró su talento rítmico con impresionantes movimientos al estilo mambo, bailando junto a Patrick Swayze en poderosas y emotivas escenas. El personaje de Penny, que se enfrenta a un aborto que le cambiará la vida, añadió profundidad a la exploración de los derechos reproductivos en la película, y su historia resonó en el público.
Rhodes describió a Penny como un personaje complejo con un «borde duro», alguien que había pasado por muchas cosas y luchaba por abrirse. Es dulce, pero se contiene porque ha pasado por muchas cosas y ha levantado un muro».
Sin embargo, aunque Dirty Dancing la catapultó a la fama, la carrera de Rhodes dio un giro inesperado. A pesar de su éxito, las exigencias físicas del baile le resultaban cada vez más difíciles. Entrenar 10 horas diarias para su papel en Dirty Dancing le provocaba constantes dolores de espalda y articulaciones, lo que la llevó a replantearse su futuro en la danza. Me decía a mí misma que nunca volvería a bailar por esto. Ya no me muevo más… me duele la espalda todo el tiempo y me duelen los huesos».
A los 31 años, Rhodes tenía varias oportunidades profesionales y estaba en la cima de su fama. El mismo año del estreno de Dirty Dancing, apareció en el vídeo musical de Richard Marx para «Don’t Mean Nothing». Ella y Marx, que más tarde se convertiría en su marido, compartían una profunda conexión. Se casaron en 1989 y tuvieron tres hijos -Brandon, Lucas y Jesse- a principios de la década de 1990.
Rhodes tomó la decisión de dejar Hollywood para centrarse en criar a su familia, alegando el desgaste físico que el baile había supuesto para su cuerpo. Marx recuerda: «Lo dejó en 1990 para cuidar de nuestros hijos y porque el baile le causaba intensos dolores físicos». Aunque muchos supusieron que acabaría volviendo a la actuación, Rhodes encontró la plenitud como madre, que eclipsó cualquier deseo de regresar al mundo del espectáculo. «Por mucho que se la quiera como bailarina, cantante o actriz, hay que verla como madre», afirma Marx.
Rhodes empezó a bailar a los tres años y al principio le costaba dejar atrás su pasión. Pero con el tiempo, aceptó la paz que suponía alejarse. «Me encanta bailar, pero no me importaría no volver a hacerlo», admitió.
Su último papel como actriz fue en La maldición del ojo de cristal, en 1991, y después de eso se retiró definitivamente de Hollywood. Aunque Marx y ella se separaron en 2014, se ha mantenido alejada de la escena pública, centrada en su vida familiar.
En la actualidad, sus hijos están dejando huella en el mundo del espectáculo. Brandon se dedica a la música, Lucas actúa y canta, con papeles en series de televisión como Chicago P.D. y Parenthood, y Jesse también se dedica a la música, actuando con una banda de metal.
Puede que Rhodes se haya alejado de Hollywood en la cima de su carrera, pero su legado continúa a través de su familia y de los inolvidables papeles que dejó tras de sí.