La increíble historia de hoy ayudará a todos a volver a creer en la humanidad 😊🥰.
La legislación de Nueva Jersey, Estados Unidos, obliga a todos los propietarios a mantener sus propiedades, más concretamente sus casas, en buen estado para mantener el ambiente agradable y el aspecto de la calle.
Sin embargo, para algunas personas apenas es posible hacerlo. Algunas son mayores y simplemente no pueden hacerlo, otras están enfermas y también les resulta imposible gestionar todas estas cosas. Por eso no todos pueden hacer lo que la legislación les exige.
Conozcamos a Ann Glancy, una anciana incapaz de mantener su casa y su jardín limpios debido a sus graves problemas de salud. La propiedad quedó descuidada y parecía abandonada. Sin embargo, ella tenía suficiente dinero para vivir con su exigua pensión.
Una cosa que la alegró fue que tenía vecinos muy simpáticos, generosos y de buen corazón que decidieron reunir dinero y reparar la casa de la pobre ama de casa. La mujer se negó, pero luego recibió una gran multa y no pudo hacer otra cosa que aceptar.
Así que los vecinos se pusieron manos a la obra. Fue, por supuesto, duro y desafiante de vez en cuando, pero el hecho de que trabajaran en grupo hizo su trabajo mucho más fácil y agradable. Consiguieron reparar la casa en un fin de semana.
La anciana se quedó sin habla al ver su casa, que ahora parecía totalmente irreconocible. Se repararon el porche y las ventanas y se utilizaron tablas nuevas. Los resultados asombraron a todos los presentes.
Si ella misma decidiera hacer la reforma, le costaría unos 10 000 dólares, pero, gracias a sus vecinos de buen corazón, ahora no tiene que preocuparse de nada.