«Él le regaló 500 rosas después de la quimioterapia, y ella hizo algo impensable». 💐 Lo que comenzó como una sorpresa se convirtió en algo mucho más grande… y mucho más emotivo. Descubre el gesto de amor y fortaleza que conmovió a todo un hospital en el artículo a continuación 👇
Esto no es solo una historia de amor. Es una historia de fortaleza, compasión y el poder de la comunidad. Se trata de Alice, una mujer que luchó una dura batalla contra el cáncer e inspiró a quienes la rodeaban en el proceso.
Desde diciembre de 2015, Alice había estado sometiéndose a intensos tratamientos de quimioterapia. Durante ese tiempo, soportó tres operaciones importantes. Ahora, después de todos esos agotadores meses, por fin asistía a su última sesión de quimioterapia, un momento con el que ella y su marido Brad habían soñado durante mucho tiempo.
Brad sabía que no podía dejar pasar este hito como un día cualquiera. Quería hacer algo inolvidable para celebrar el coraje y la resistencia de su esposa. Así que, en secreto, puso en marcha una campaña para darle una sorpresa: rosas.
«Hoy es el último día de quimioterapia de mi esposa», escribió Brad en una emotiva publicación. «Verla enfrentarse a esta enfermedad con tanta fuerza me ha cambiado para siempre. Todavía le quedan más procedimientos por delante, pero este es un gran paso adelante. Quiero demostrarle lo mucho que la queremos, no solo yo, sino todos los que han recorrido este camino con nosotros».
Brad creó una página de donaciones en la que amigos, familiares e incluso desconocidos podían comprar una rosa en honor a Alice. Cada rosa costaba 10 libras y la respuesta fue abrumadora.
«Tuve que pedir rosas a dos floristerías diferentes para poder satisfacer todas las donaciones», explicó Brad. «Cuando empezaron a llegar los envíos, fue absolutamente mágico».
Más de 170 personas contribuyeron. Brad finalmente tuvo que detener los pedidos después de que se compraran 500 rosas, ya que se necesitaron 36 jarrones para contenerlas todas.
Pero lo que sucedió después fue aún más conmovedor. En lugar de quedarse las flores para ella, Alice insistió en compartirlas con otros pacientes del hospital.
«Se convirtió en un momento precioso y emotivo», recuerda Brad. «Hubo lágrimas, abrazos y un sentimiento de unidad. No solo estábamos regalando flores, estábamos regalando esperanza».
Brad también reveló que estaba creando un fondo benéfico en nombre de Alice para ayudar a otras mujeres que luchan contra el cáncer de mama. «Quería que su viaje significara algo no solo para nosotros, sino también para otras personas que siguen luchando», afirmó.
La historia de Alice nos recuerda que el amor puede florecer incluso en los momentos más oscuros. Y, a veces, un simple gesto, como un ramo de rosas, puede decir mucho.
Deseamos a Alice una completa recuperación y un futuro lleno de salud, felicidad y más momentos como este.