Fue una de las mujeres de las que más se habló en los años 50. Ahora, a sus 94 años, demuestra que la verdadera belleza no tiene fecha de caducidad

«Ella eclipsó a Monroe-y acaba de compartir una nueva foto a sus 94 años». 💋📸 Mamie Van Doren fue la rubia más audaz de Hollywood, pero su verdadera historia comenzó cuando se alejó de todo. Fama, escándalo, supervivencia… y un regreso que sigue dando que hablar. Mírala ahora y lee el viaje completo en el siguiente artículo 👇

La historia de Mamie Van Doren podría estar sacada de una película: glamurosa, atrevida, llena de amor y de sorpresas. En su día fue una de las mayores bombas rubias de Hollywood, que acaparaba miradas allá donde iba. Pero cuando los focos la acosaron demasiado, tomó una decisión que sorprendió a muchos: se marchó.

Mamie nació en Dakota del Sur, lejos de alfombras rojas y estudios de cine. Pero siempre soñó con algo más. Cuando se mudó a California de adolescente, su sueño empezó a hacerse realidad. Su belleza llamó rápidamente la atención y, en 1949, ganó el título de Miss Eight Ball del Club de Prensa de Los Ángeles, al igual que Marilyn Monroe había hecho antes que ella. Ese momento la lanzó al estrellato.

Mamie sabía que su figura curvilínea y su atrevida presencia la hacían diferente, y no temía utilizar eso en su beneficio. «No me parecía a todo el mundo», dijo una vez. «Pero sabía cómo destacar». Pronto consiguió papeles en películas como Teacher’s Pet, High School Confidential y The Private Lives of Adam and Eve, donde interpretaba a personajes sexys y seguros de sí mismos que no seguían las reglas del juego.

Mientras otras actrices optaban por papeles clásicos y seguros, Mamie se inclinaba por la imagen de «chica mala», plenamente consciente de que eso le daba poder. «Esos papeles tenían chispa», explica Mamie, que nunca se ciñó demasiado a las reglas de Hollywood.

Su vida personal fue igual de pintoresca. Salió con algunas de las estrellas más importantes de su época: Frank Sinatra, Elvis Presley, Johnny Carson. Pero cuando le preguntaron por su favorito, sonrió y nombró a Clark Gable, su compañero de reparto en Teacher’s Pet. «Era el rey», decía con cariño.

Pero el mundo de Mamie cambió en 1956, cuando se convirtió en madre. Su matrimonio con el músico Ray Anthony le dio un hijo, Perry. A medida que Hollywood se oscurecía en los años sesenta -con las drogas y el caos adueñándose de todo-, Mamie optó por dejarlo atrás. Se trasladó a Newport Beach para criar a su hijo en paz, lejos de las presiones de la fama.

La vida junto al mar le trajo la calma. «Me enamoré del océano», dice. «Perry y yo nos aficionamos a los barcos. Me pareció lo correcto». Aunque se alejó de la gran pantalla, no desapareció. Más tarde escribió un libro de memorias titulado Playing the Field, y siguió escribiendo historias de su singular vida.

Tras varios matrimonios breves, Mamie encontró la felicidad duradera con su quinto marido, Thomas Dixon. Se casaron en 1979 y siguieron juntos desde entonces. «Aguantó mucho», bromea Mamie. «No siempre fue fácil vivir conmigo». Pero está claro que su amor perduró.

Hoy, a sus 94 años, Mamie Van Doren sigue dejando boquiabiertos a sus fans. Las fotos de ella en las redes sociales muestran a una mujer llena de vida, que sigue brillando con confianza. «Está increíble», escribió un admirador. «Como si no hubiera envejecido», dijo otro.

Mamie no teme envejecer, lo acepta. «Me sorprende seguir aquí», dijo una vez. «Me levanto cada día agradecida». Su verdadero legado no son sólo las películas, sino vivir con valentía, amar profundamente y no dejar que nadie te diga quién tienes que ser.

¿Qué opinas del viaje de Mamie y crees que la edad es sólo un número? Háznoslo saber en los comentarios.

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