Estaba hojeando las noticias y de repente vio a quien había prometido estar siempre a su lado, pero que ahora estaba ante el altar con otra persona

Ella hojeaba las noticias.
Una mañana normal, una taza de café, un día aburrido por delante.
Fotos de bodas, sonrisas ajenas, titulares inútiles… hasta que su mirada se detuvo en un rostro.
Él.
El que anoche le había escrito: «No puedo esperar a que llegue mañana».

En la pantalla, él, con otra mujer vestida de blanco.
Su mano la rodeaba por la cintura, sus ojos brillaban de felicidad.
Y debajo de la foto, la leyenda: «Boda del empresario Artem L. y Anastasia V., Moscú».

Lo leyó tres veces y luego se quedó paralizada.
El mundo a su alrededor parecía haber desaparecido. Solo el zumbido en sus oídos y la sensación de que el suelo se le escapaba de debajo de los pies.
Su Artem.
Su camisa, su reloj, su sonrisa.
Pero no con ella.

Le temblaban las manos.
Abrió los mensajes: el último, «Buenas noches ❤️», se lo había enviado hacía solo nueve horas.
Y entonces el teléfono vibró.
Un nuevo mensaje, de un número desconocido.
Tres palabras: «Él te lo explicará todo».

Lo llamó, pero el número no estaba disponible.
Lo volvió a intentar. Y otra vez.
Nada.

Por la noche recibió una carta, un sobre sin remitente.
Dentro había una foto, la misma que había salido en las noticias, y una breve nota:
«No podía hacer otra cosa. Lo siento».

Solo una semana después, la policía informó de que el hombre con ese nombre existía realmente, pero había fallecido dos años antes.
Y quien le había estado escribiendo todo ese tiempo había utilizado sus documentos.

Nunca fue su prometido.
Ni siquiera era quien decía ser.
Pero por qué la eligió a ella sigue siendo un misterio.
Uno de esos que nunca obtienen respuesta.

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