Por qué los bañistas del norte de Australia llevan mallas en el mar y no es una cuestión de moda

🩸¿Por qué los bañistas australianos llevan mallas en el mar? No es una cuestión de moda, sino de supervivencia. El norte de Australia esconde un asesino casi invisible: la medusa caja. Durante décadas, los bañistas morían misteriosamente… hasta que una diminuta criatura marina fue capturada y expuesta como uno de los animales más venenosos de la Tierra 😱 Detalles en el artículo a continuación 👇

Cuando te imaginas una playa tropical en Australia, probablemente imaginas sol, surf y bañistas en coloridos trajes de baño. Pero si visitas la costa norte, puede que observes algo inusual: muchas personas se meten en el agua con ropa de cuerpo entero, sobre todo mallas o leggings. ¿Extraño? No, si sabe de qué se protegen.

En el siglo XIX, algo aterrador e inexplicable ocurría en las costas del norte de Australia. La gente moría repentina y misteriosamente después de nadar en aguas poco profundas. No había signos de ahogamiento ni de lesiones, sólo paradas cardiacas repentinas. El océano no era especialmente profundo y no había depredadores a la vista. Los médicos estaban desconcertados.

La población local se asustó. Empezaron a circular rumores sobre una «avispa marina» mortal, un asesino invisible en el agua, pero durante décadas no hubo pruebas que lo corroboraran.

Eso cambió en 1955, cuando un niño murió trágicamente tras bañarse en el océano. Unos testigos observaron una medusa casi invisible a la deriva en el agua. Era casi totalmente transparente y muy difícil de ver o atrapar. Pero finalmente fue capturada y estudiada, y los científicos hicieron un descubrimiento sorprendente.

Se trataba de una especie de medusa desconocida hasta entonces para la ciencia, ahora llamada Chironex, más conocida como medusa caja. Resultó ser uno de los animales marinos más venenosos del planeta.

Lo que hace tan mortífera a la medusa caja son sus tentáculos cargados de veneno. El contacto con estos tentáculos desencadena un dolor insoportable, espasmos musculares y, en casos graves -especialmente en niños o personas con bajo peso corporal- puede provocar la parada del corazón. Incluso quienes sobreviven a un encuentro suelen quedar con ronchas profundas y cicatrices parecidas a quemaduras.

Los tentáculos son cortos en condiciones normales -unos 15 centímetros-, pero pueden estirarse hasta tres metros cuando la medusa está cazando. Peor aún, esta criatura puede detectar el movimiento y distinguir entre objetos vivos y no vivos, lo que hace especialmente vulnerables a los nadadores.

Aquí es donde entran en juego las mallas.

Resulta que la medusa no reconoce como objetivo la piel cubierta. Por eso, llevar ropa de baño que cubra todo el cuerpo -como mallas, lycras o trajes con aguijones- puede impedir que los tentáculos entren en contacto con la piel desnuda. Es una forma sencilla pero muy eficaz de reducir el riesgo de una picadura potencialmente mortal.

Así que la próxima vez que vea a alguien que se adentra en las olas vestido de pies a cabeza, no se ría: puede que esté siendo más astuto que una de las criaturas más peligrosas del océano.

¿Te has encontrado alguna vez con una extraña costumbre local mientras viajabas? ¿O te pondrías mallas para evitar la picadura de una medusa? Cuéntanoslo en los comentarios.

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