La amistad es clave para el crecimiento personal, y pasar tiempo con los amigos es estupendo para fortalecer las relaciones. Pero, ¿qué hacer cuando tus amigos empiezan a aprovecharse de ti?
Una persona compartió su historia en Reddit sobre cómo lidiar con amigos que constantemente pedían los platos más caros en los restaurantes y luego esperaban que todos compartieran el coste a partes iguales.
Aunque dividir la cuenta puede simplificar las cosas si los gastos de comida de todos son similares, resulta injusto cuando algunas personas pagan mucho más por una comida en la que no se han dado el gusto.
Esto es lo que ocurrió. «Formo parte de un grupo muy unido de unos 8 amigos desde la universidad. Para contextualizar, dos personas del grupo, Susan y Greg, tienen la costumbre de gorronear. Si salimos a comer fuera, piden lo más caro del menú, te cuentan una historia triste sobre problemas de dinero y luego te dejan con la mitad de la cuenta.
«El fin de semana pasado, Dan, uno de los miembros del grupo, me invitó a una cena informal. Le dije por adelantado que si Susan o Greg venían, no me interesaba. Dan dijo que estarían allí, pero me pidió que lo dejara pasar sólo por esta vez. Tal vez aquí es donde me convierto en el «chico malo», pero acepté ir.
«Cuando nos sentamos, todos empezaron a hacer sus pedidos. La mayoría de mis amigos pidieron platos que rondaban los 40 dólares. Éramos seis. Cuando llegó el turno de Susan y Greg, ambos pidieron platos caros, por un total de unos 200 dólares cada uno.
«Cuando llegó mi turno, todos me miraron, pero yo sólo pedí una bebida de 4 dólares. Dan me preguntó por qué no pedía nada, y yo simplemente dije que había perdido el apetito. Otros dos amigos hicieron lo mismo, anularon sus pedidos y decidieron limitarse a tomar algo también.
«Cuando llegó la comida, vi a Susan y Greg disfrutando de sus platos. Cuando llegó la cuenta, Greg intentó que el camarero lo dividiera en seis partes. Me levanté y le corregí, diciéndole que debía dividirse en tres, ya que sólo ellos tres habían pedido comida. Greg pareció confuso y dijo que siempre dividíamos la cuenta a partes iguales. Le recordé que los demás no habíamos comido nada, así que sólo pagábamos nuestras bebidas.
«Así que, al final, Dan, que sólo había pedido comida por valor de unos 50 dólares, se quedó con una cuenta de 146,98 dólares. Sí, recuerdo la cantidad exacta. Me quedé boquiabierto cuando vio el recibo. Eché 10 dólares para mi bebida, me despedí de todos y me fui.
«A la mañana siguiente, mi teléfono se llenó de mensajes de Greg y Susan, llamándome egoísta por no pedir comida y cargarles con una cuenta mayor de lo que esperaban. De hecho, me reí porque sólo sus filetes costaban más de lo que acabaron pagando. Dan también me mandó un mensaje, enfadado por haber venido y haber hecho este ‘truco’, dejándole con una factura tan grande».
¿Qué opinas de esta situación? ¿La manejó con justicia?
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