🦌 Nadie pudo atraparlo durante años… hasta ahora. Un alce salvaje vagó por los bosques de Colorado con un neumático atado al cuello… durante más de dos años. Los rescatadores nunca se rindieron, y su último intento condujo a un increíble momento de libertad 🛞🌲 ¡Lee la historia completa de este dramático rescate en el artículo de abajo!👇
A finales de 2021, una operación de rescate largamente esperada finalmente tuvo éxito en los bosques de Colorado. Los agentes de vida silvestre, junto con el equipo de Parques y Vida Silvestre de Colorado (CPW), lograron salvar a un ciervo que llevaba años vagando con un neumático de coche atascado en el cuello. La historia de esta dramática misión está dando que hablar, y he aquí cómo se desarrolló todo.
El ciervo, un alce macho de cuatro años (también conocido como wapití), había sido visto por primera vez con la inusual carga en 2019. De alguna manera, el pesado anillo de goma se había deslizado sobre su cabeza y se había atascado. En ese momento, los funcionarios estaban centrados en un proyecto de investigación separado de cabra montés y no tenían las herramientas adecuadas para intentar un rescate.
Durante los dos años siguientes, el ciervo fue captado ocasionalmente por las cámaras de rastreo, pero a pesar de varios esfuerzos, consiguió esquivar todos los intentos de captura. Ágil y alerta, desaparecía en la naturaleza cada vez que se acercaba ayuda. En invierno, viajaba con una manada más numerosa, lo que hacía aún más difícil acercarse a él sin ser detectado.
Pero todo cambió durante la época de celo, cuando los alces se volvieron algo menos cautelosos. Los guardas emprendieron otra búsqueda y esta vez, tras múltiples intentos fallidos, por fin lo consiguieron en su cuarto intento durante una operación de una semana de duración.
Al animal se le disparó un dardo tranquilizante, pero incluso entonces hizo un audaz esfuerzo por escapar, zigzagueando entre los árboles y mezclándose con otros ciervos. Cuando por fin se desplomó sano y salvo, los guardas forestales pudieron ver de cerca los daños por primera vez.
El neumático, lleno de tierra y escombros, se había clavado en la piel del cuello. Y lo que era peor, tenía alambres de acero que lo atravesaban y hacían casi imposible cortarlo. El equipo tuvo que tomar una decisión difícil: retirar la cornamenta del alce para poder quitar el neumático limpiamente. Se limpió y trató la herida antes de devolver al animal a su hábitat natural.
El alce, que pesaba unos 270 kg, estaba algo bajo de peso en comparación con otros animales de su edad, pero por lo demás gozaba de buena salud. En cuanto despertó, salió corriendo hacia el bosque, por fin libre.