De abandonado en un basurero… a inventor millonario. 🍼➡️💡El niño de esta foto se quedó una vez sin nada: lo encontraron en un cubo de basura al nacer. Hoy es uno de los inventores más conocidos del mundo. ¿Cómo ha ocurrido? ¿Quién es? Lee la increíble historia en el siguiente artículo. 👇✨
El camino hacia el éxito de Freddy Figgers empezó de la forma más desgarradora imaginable: abandonado como un recién nacido en un vertedero. Un transeúnte oyó los llantos de un bebé y alertó rápidamente a las autoridades, poniendo en marcha una historia que desafiaría todos los pronósticos.
Freddy pronto fue adoptado por Nathan y Betty Figgers, una cariñosa pareja de la pequeña ciudad de Quincy, Florida. Sin embargo, mantener en secreto los detalles de su nacimiento era imposible en una comunidad tan unida. De niño, soportó las incesantes burlas de sus compañeros de clase, que se mofaban de él por sus orígenes y le llamaban cosas como «rechoncho».
A pesar de la crueldad de los demás, Freddy tuvo la suerte de tener unos padres que le colmaron de amor y aliento. Cultivaron su potencial y le apoyaron en todo lo posible. Al darse cuenta de su creciente curiosidad, su padre hizo una pequeña inversión que le cambió la vida: compró un viejo ordenador en una casa de empeños por sólo 25 dólares.
Esa única compra despertó una pasión que cambiaría la vida de Freddy para siempre. Fascinado por la tecnología, pasó incontables horas desmontando el ordenador y averiguando cómo arreglarlo. Sus habilidades se desarrollaron rápidamente y, a los 13 años, ya reparaba ordenadores para clientes, incluida la administración local.
A los 16 lanzó su propio negocio, Figgers Communications. Lo que empezó como una pequeña operación de reparación de aparatos electrónicos se convirtió en una empresa tecnológica multimillonaria valorada hoy en más de 60 millones de dólares. Freddy se expandió al desarrollo de sitios web y la seguridad de datos, forjándose una reputación de innovador con visión de futuro.
Uno de sus inventos más impactantes surgió de un lugar profundamente personal. Cuando su padre adoptivo enfermó de Alzheimer y empezó a alejarse de casa, Freddy diseñó un dispositivo de localización por GPS para ayudar a localizarlo. Este innovador producto marcó el inicio de su interés por la tecnología que mejora vidas, una misión que sigue siendo el núcleo de su empresa.
Aunque nunca buscó a sus padres biológicos, Freddy descubrió más tarde que su madre biológica había luchado contra la adicción. Sin embargo, nunca dejó que su pasado le definiera. En lugar de seguir una educación universitaria tradicional, se dedicó a los negocios y la innovación.
Más allá de su éxito empresarial, Freddy está comprometido con la solidaridad. Creó una fundación que financia becas para estudiantes con talento, asiste a ancianos y ayuda a familias con bajos ingresos cubriendo gastos esenciales como facturas de servicios públicos y ayudas a la vivienda.
Hoy disfruta de una vida familiar plena con su mujer y sus dos hijos. Y en su casa sigue conservando el mismo Macintosh de siempre, la humilde máquina que desencadenó su viaje de niño abandonado a millonario hecho a sí mismo.