Limpiar el pescado puede ser una tarea complicada y molesta, ¡por eso la mayoría de las amas de casa evitan hacerlo! 🐠🐟 ¡Pero qué cambio de juego supondrá para ellas aprender este sencillo pero eficaz método! ✅💯 Si tienes un rallador, ¡prepárate para un súper hack de cómo hacer el proceso de limpiar pescado MÁS FÁCIL y agradable! 👌 ¡Con sus múltiples agujeros pequeños y afilados hace un perfecto escamador de pescado improvisado! ¡👏🤗 Voy a mostrar cómo hacerlo en este artículo! 👇
Cualquiera que haya limpiado pescado alguna vez sabe que puede ser una tarea complicada e incluso peligrosa. Los peces de río, en particular, son difíciles de desescamar con un simple cuchillo, y especies como la perca vienen con aletas afiladas que pueden causar lesiones. Sin embargo, hay un truco ingenioso y sencillo que facilita mucho la tarea.
Un escamador casero, ¿es necesario?
Un método casero consiste en reutilizar la tapa metálica de un tarro. Utilizando un clavo para hacer varios agujeros pequeños en la tapa y atornillándola a un mango de madera, puedes crear un raspador de pescado improvisado. Esta herramienta funciona bien para raspar las escamas rebeldes sin mucho esfuerzo.
Pero, ¿para qué complicarse tanto si ya existe un utensilio perfecto en casi todas las cocinas?
El uso olvidado del lado puntiagudo de un rallador
El lado rugoso y puntiagudo de un rallador de caja no sólo sirve para desmenuzar alimentos, sino que se diseñó para facilitar el desescamado del pescado. Los agujeros dentados son ideales para quitar escamas de cualquier tamaño.
Basta con colocar el pescado sobre una superficie resistente, sujetarlo firmemente por la cabeza y utilizar el rallador con movimientos suaves desde la cola hasta la cabeza. Las escamas se desprenden rápidamente, con un mínimo de suciedad y sin riesgo de lesiones.
Consejo profesional para un proceso más limpio
Descamar pescado en casa puede dejar un desastre, pero hay una manera fácil de evitar que las escamas vuelen por todas partes. Antes de empezar, vierta agua hirviendo sobre el pescado y sumérjalo inmediatamente en agua fría. Este proceso afloja las escamas y facilita su extracción, a veces incluso a mano, sobre todo en el caso de los peces más grandes.
