Cuando escuchamos la palabra abuela, nos viene a la mente una anciana con bastón y gafas de montura gruesa, pero definitivamente ¡esta vez NO! 👵🩼 Conoce a Robin Hills, una esteta de 4️⃣8️⃣ años con bíceps de 4️⃣3️⃣ cm, ¡cuyo nieto puede sentirse ABSOLUTAMENTE SEGURO en la escuela teniendo una abuelita como ella! 💪😎 ¡En 2️⃣0️⃣1️⃣4️⃣ fue reconocida oficialmente por la Federación Internacional de Culturismo! 😯😍 ¡Te mostraré cómo luce y vive en este artículo! 👇
Olvídate de la imagen tradicional de una abuela horneando galletas, tejiendo bufandas o charlando con los vecinos en un banco del parque. Robin Hills está redefiniendo ese papel dedicando su vida, en cambio, ¡al culturismo profesional!
A sus 48 años, Robin no sólo es una atleta de competición, sino también una orgullosa madre de dos hijas adultas y abuela de tres nietos. Sin embargo, llamarla «abuela» se queda corto: su impresionante físico y sus bíceps de 43 cm la sitúan en una liga aparte.
De aficionada al gimnasio a atleta profesional
La trayectoria de Robin en el mundo del fitness comenzó justo después del instituto, cuando entró por primera vez en un gimnasio en 1989. Al principio, su objetivo era simplemente mantenerse en forma, pero lo que empezó como un pasatiempo casual se convirtió rápidamente en una pasión para toda la vida. Con el tiempo, se dedicó de lleno al deporte y convirtió el culturismo en su carrera.
Hoy compite en numerosos campeonatos, gana prestigiosos premios y consigue las mejores posiciones. Su dedicación al fitness la ayudó incluso a recuperarse rápidamente tras dar a luz, permitiéndole mantener altos niveles de energía y un estilo de vida activo.
Apoyo familiar y profesional
La familia de Robin ha sido su mayor animadora a lo largo de su trayectoria, asistiendo a sus competiciones y celebrando sus éxitos. Sus ánimos la impulsan a ir aún más lejos en su carrera deportiva.
En 2014 fue reconocida oficialmente por la Federación Internacional de Fisicoculturismo, recibiendo la certificación para competir en campeonatos mundiales.
Más allá del mundo del deporte de competición, Robin también trabaja en un centro penitenciario, donde dirige sesiones de entrenamiento de fuerza y flexibilidad para reclusos. Su trabajo no sólo les ayuda a mejorar su salud física, sino que también les inculca disciplina y resistencia.
Inspirar a miles de personas en Internet
Hace poco, Robin lanzó su propio microblog, que atrae a un público cada vez mayor de seguidores que admiran su perseverancia y sus logros. Muchos la ven como un modelo a seguir, demostrando que la edad es sólo un número cuando se trata de fuerza, dedicación y ruptura de estereotipos.
¿Serías capaz de seguir el ritmo de una abuela como Robin?