«Siguió la receta del pan de Pascua al pie de la letra, y aun así le salió denso» 🍞😩 Resulta que el verdadero secreto no es más levadura, sino unos pasos más inteligentes que la mayoría de la gente se salta. Un chef comparte 6 trucos de experto que marcan la diferencia. Descubre qué falló (y cómo solucionarlo) en el siguiente artículo 👇🥚
Seguiste todos los pasos de la receta -mezclaste los ingredientes, diste forma a la masa, la horneaste con cuidado- y, sin embargo, tu pan de Pascua salió denso y pesado. ¿Qué ha fallado? La solución es añadir más levadura?
En absoluto, dice el chef Svyatoslav Spivakov en una entrevista con el portal. De hecho, más levadura podría ser parte del problema. Esto es lo que recomienda en su lugar:
1. Utilice harina de alta calidad
Elija harina de primera calidad. Tiene más gluten y proteínas, que aportan estructura y elasticidad a la masa. Eso es lo que ayuda a que tu pan suba bien y se mantenga blando en lugar de deshacerse.
2. No te pases con la levadura
Mantén la cantidad de levadura en torno al 5% del peso total de la harina. Añadir demasiada no hará que la masa suba más rápido, sino que puede alterar el sabor y dar al pan una textura extraña.
3. 3. Tenga paciencia con la fermentación
Una buena masa necesita tiempo. Deje que suba lentamente en un lugar cálido -lo ideal son unos 26-27°C- durante unos 40 minutos. Si se precipita en este paso, la masa no fermentará correctamente, lo que se traducirá en menos sabor y levadura.
4. Añada el aceite y la sal más tarde
Tanto el aceite como la sal ralentizan la actividad de la levadura, así que evite añadirlos de inmediato. Espere a que la masa haya fermentado y mézclelos.
5. El aire frío puede impedir la fermentación de la masa. Cúbrela con film transparente o una toalla y mantenla alejada de ventanas, puertas y fuentes de calor como hornos o radiadores.
6. Amasar a mano para obtener mejores resultados
Usar las manos te permite sentir cuándo la masa está lista. No te rindas a los pocos minutos: sigue amasando hasta que no se pegue a la mesa. Requiere esfuerzo, pero el pan esponjoso y tierno que obtendrá merece la pena.