Un hombre ha renunciado a todo para transformar su aspecto y esculpir un cuerpo «perfecto», lo que le ha dejado sin recursos económicos, pero su novia sigue entregada a él

Temiendo un futuro con barriga cervecera y piel flácida, un hombre llamado Adam se informó sobre la cirugía plástica masculina y pronto se volvió imparable. 💉👩‍⚕️ Su novia no recuerda la última vez que tuvo una cita con él, pero está locamente enamorada de su nuevo aspecto, ¡a pesar de que le costó una fortuna! 💰💵 ¡Hasta aquí puede llegar la gente por amor a la juventud! 🤫🤯 ¡Sus fotos del antes y el después se hicieron virales y las compartiré en este artículo! 👇

Kayleigh Meyers, de la ciudad británica de South Shields, no recuerda la última vez que su novio la llevó a tomar un simple café o le compró un regalo navideño. No tienen problemas de dinero, pero su presupuesto lo consume por completo la dedicación de Adam a su transformación física. La búsqueda de Adam de un físico ideal ha pasado factura a sus finanzas, pero a Kayleigh no le importa porque está enamorada del nuevo aspecto de su novio.

La pareja se conoció en el gimnasio y se unió por su interés mutuo en el fitness y en conseguir un físico atractivo. Al principio, Adam entrenaba seis veces por semana, pero sus progresos eran lentos. Tras cambiar de trabajo, su rutina de ejercicios se volvió irregular debido a las largas jornadas laborales. Después de Año Nuevo, Adam se dio cuenta de que había engordado y, a medida que se acercaba a los 40, temía envejecer y perder atractivo. Temía un futuro con barriga cervecera y piel flácida. Desesperado por cambiar, se informó sobre la cirugía plástica masculina.

Antes, Adam no gastaba mucho, pero empezó a invertir en su aspecto. Se gastó su primer sueldo en un blanqueamiento dental. Durante un mes, la pareja vivió a base de avena y comidas económicas para ahorrar dinero. Luego vinieron las inyecciones de botox, el contorno de la barbilla y las dietas estrictas. El empeño de Adam en transformar su aspecto consumió todo su presupuesto, y Kayleigh tuvo que adaptarse comprando sólo alimentos rebajados. Se dieron cuenta de que este año no podrían comprar una casa. Pero Kayleigh ahora podía compartir con orgullo selfies de la transformación de su novio.

Meses después, Adam retiró todos sus ahorros para someterse a una operación de cirugía plástica en Turquía. Invitó a Kayleigh a acompañarle, pero ella dudó cuando se enteró de los detalles de la operación. Se trataba de una forma artística de liposucción en la que se extraía grasa de forma selectiva para crear la apariencia de abdominales definidos, músculos pectorales cincelados y flancos más delgados. A continuación, se tensaba la piel para dar al cuerpo un aspecto esculpido. Adam volvió a casa con vendas y Kayleigh le ayudó a recuperarse drenando líquidos para evitar la hinchazón. Los resultados fueron asombrosos: ahora Adam sólo tenía un 4% de grasa corporal.

Después, Adam tuvo que cambiar todo su vestuario, pues la ropa que llevaba ya no se ajustaba a su nuevo físico. La ropa que le quedaba bien tenía que hacerse a medida, lo que resultaba caro. Sin embargo, a Adam no le importaba seguir viviendo frugalmente.

Sus productos de cuidado de la piel llenaban ahora la mitad de la encimera del baño, y sus amigos envidiaban su aspecto, buscando consejos sobre cómo conseguir que sus novios hicieran el mismo esfuerzo. A pesar de la presión económica, Kayleigh era feliz porque Adam estaba contento con su transformación, y su amor por él seguía siendo inquebrantable.

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