Un hombre ayudó a una familia de cuervos – Y ellos se lo agradecieron de una manera inesperada

Ayudó a una familia de cuervos – y ellos nunca lo olvidaron. 🐦🖤 Un hombre ofreció bondad a un grupo de cuervos… y ellos empezaron a agradecérselo de la forma más extraña. Años después, siguen trayéndole regalos inesperados. ¿Por qué lo hacen y cuál es la historia completa? Descúbrelo en el siguiente artículo. 👇✨

Los cuervos son reconocidos desde hace tiempo como unas de las criaturas más inteligentes del reino animal. Las investigaciones han demostrado que pueden fabricar herramientas con ramas y alambres, y utilizarlas para recuperar comida de lugares difíciles. Pero más allá de sus habilidades para resolver problemas, también tienen una impresionante capacidad para los vínculos sociales y la gratitud, algo que Stuart Dahlquist, residente en Seattle, experimentó de primera mano.

Entusiasta de las aves de toda la vida, Stuart se emocionó cuando una pareja de cuervos eligió un árbol de su jardín para anidar. Durante casi cuatro años, los pájaros vivieron cerca, coexistiendo pacíficamente con su vecino humano. Pero su relación se estrechó cuando un día ocurrió un desastre: sus polluelos se cayeron del nido.

Al oír los gritos de angustia de los cuervos adultos, Stuart salió a investigar. Vio a los frenéticos padres volando en círculos, incapaces de llevar a sus polluelos a un lugar seguro. Sin dudarlo, recogió con cuidado a las crías caídas y las colocó lo más alto que pudo en el árbol. Poco después, toda la familia estaba reunida en su nido.

A partir de ese día, Stuart se acostumbró a dejar comida para los pájaros. Con el tiempo, se sintieron más cómodos con él, e incluso confiaron en su ayuda cuando sobrevino la tragedia: uno de los cuervos adultos falleció, dejando al progenitor superviviente solo al cuidado de los polluelos. La amabilidad de Stuart se convirtió en una parte esencial de su supervivencia.

Cuando los jóvenes cuervos maduraron, ocurrió algo extraordinario. La familia empezó a dejar pequeños regalos en la puerta de Stuart. Al principio, encontró un par de pequeños regalos hechos a mano: anillos hechos con lengüetas de latas de aluminio, cuidadosamente colocados en ramas de hoja perenne. Cuando compartió fotos de los regalos en Internet, la gente se quedó asombrada.

Los expertos afirman que la fascinación de los cuervos por los objetos brillantes, unida a su disposición a compartirlos, es una fuerte señal de aprecio y conexión social. Para Stuart, estos pequeños obsequios eran una señal de que las aves valoraban realmente su relación con él.

Los regalos siguen apareciendo de vez en cuando, y Stuart incluso se ha planteado organizar una pequeña subasta con las «obras de arte» de sus amigos emplumados. Lo que empezó como un acto de bondad se convirtió en una amistad poco común y reconfortante, que demuestra que la inteligencia no es el único rasgo extraordinario de los cuervos.

Like this post? Please share to your friends:
interesteo