Pasó años cavando un enorme agujero en una montaña y luego desapareció. 🏔️⛏️Every día, trabajó solo. Nadie sabía por qué. La gente pensaba que estaba loco. Entonces un día… desapareció sin dejar rastro. Años más tarde, un grupo de valientes exploradores se adentraron en su interior y descubrieron algo increíble. Lee la historia completa en el siguiente artículo. 👇🕯️
En las profundidades del desierto de Mojave, entre las escarpadas montañas de El Paso, se encuentra un lugar insólito: un túnel excavado en roca maciza. Los orígenes de este extraño pasadizo se remontan a principios del siglo XX, con un hombre decidido y excéntrico llamado William Henry Schmidt detrás de su creación.
Schmidt comenzó su ambiciosa excavación en 1902, asombrando a los lugareños con sus incesantes esfuerzos. Armado sólo con herramientas básicas y explosivos, excavó la montaña todos los días. Trabajó incansablemente, utilizando un pico y una pala para la mayor parte de la excavación, recurriendo a la dinamita cuando se enfrentaba a secciones particularmente duras. Su inquebrantable dedicación le valió los apodos de «el burro» y «el hombre topo». Carretilla tras carretilla, arrastraba toneladas de roca, negándose a parar a pesar de las duras condiciones.
Los curiosos le preguntaban a menudo lo mismo: «¿Por qué?» Pero Schmidt nunca daba una respuesta clara. A veces guardaba silencio; otras, afirmaba vagamente que el túnel era un atajo. ¿Hacia dónde? Nadie lo sabía nunca.
No prestaba atención a la seguridad y avanzaba temerariamente. Los accidentes eran frecuentes, y las heridas no le disuadían. A pesar de sus heridas, siempre volvía a su túnel. Su aspecto era cada vez más desaliñado: delgado y desaliñado, llevaba la misma ropa y los mismos zapatos gastados. Pero, de alguna manera, siempre conseguía adquirir más explosivos y herramientas, aunque fueran caros.
Un día, Schmidt simplemente desapareció. El túnel permaneció abierto y algunos aventureros intentaron explorarlo. Sin embargo, no tardaron en dar media vuelta, pues la oscuridad y la inestabilidad del interior les resultaban demasiado peligrosas.
Años más tarde, los investigadores se aventuraron por fin en las profundidades del pasadizo y descubrieron que Schmidt había excavado un asombroso túnel de 2,087 kilómetros en el interior de la montaña. Su destino seguía siendo un misterio.
Corrió el rumor de que había estado buscando oro y, durante una expedición, se descubrieron en el túnel restos de pirita, un mineral que suele encontrarse cerca de yacimientos de oro. Pero nadie sabe si Schmidt se hizo rico. Nunca se encontró su cuerpo y su secreto desapareció con él.