Después de que esta mujer soltera se hartara de que las goteras del porche provocaran que la humedad se colara en su casa durante meses, ¡decidió no esperar ni buscar ayuda! 😤😡 En lugar de eso, cogió las herramientas y arregló el problema ¡en solo 2️⃣ horas! 🤩👏 ¡Nuestra heroína le dio una nueva renovación al pasillo y se convirtió en una estrella de Internet! 💥🙌 ¡Mostraré las fotos del antes y el después en este artículo! 👇
Con la llegada del invierno, una mujer se encontró con un problema frustrante: un porche con goteras había provocado que la humedad se filtrara en su casa durante meses. Como resultado, las paredes del pasillo se mancharon y el papel pintado empezó a despegarse, a pesar de haber sido renovado recientemente. Aunque finalmente se arregló el porche, parte del pasillo necesitaba atención urgente.
En lugar de esperar o contratar a alguien, decidió arreglarlo ella misma. Armada con una brocha gruesa, otra fina, tijeras, un cúter, una plomada y un rodillo, se puso manos a la obra.
A falta de un rodillo adecuado, fabricó uno con calcetines de rizo apilados, una aguja e hilo, una solución improvisada pero eficaz.
Siguió algunos principios clave para garantizar un acabado impecable:
Sigue siempre al pie de la letra las instrucciones del papel pintado.
Para cortar una tira perfectamente recta, dobla el papel en el punto deseado, alinea los bordes y recorta a lo largo del pliegue.
La primera tira debe colocarse perfectamente recta. Utilizando una plomada, deja caer un hilo con un peso desde el techo, marca los puntos de alineación y conéctalos formando una guía recta.
Cuando colocaba papel pintado cerca del techo, dejaba un pequeño sobrante, presionaba el borde con la uña para crear una guía, lo despegaba y recortaba el sobrante para un ajuste preciso, repitiendo el proceso en la parte inferior.
En lugar de enrollar el papel pintado en las esquinas, lo cortó con precisión, dejando un pequeño solapamiento para conseguir un aspecto limpio y profesional.
Los enchufes y los interruptores se retiraron temporalmente para facilitar el proceso.
Alisó cada tira desde el centro hacia fuera y se aseguró de que todas las puertas y ventanas permanecieran cerradas para evitar corrientes de aire.
En sólo dos horas, el vestíbulo quedó completamente renovado, lo que demuestra que, con el enfoque adecuado, incluso una reforma aparentemente laboriosa puede completarse en un abrir y cerrar de ojos.