¿Todavía estás buscando un método para mantener el brillo de la ropa blanca, la suavidad del tejido y reducir las arrugas profundas? 🥼👒 ¡Puedes conseguir estos TRES efectos con tan solo UN sencillo truco! 🧼🫧 ¡Todo lo que necesitarás es una cucharada de sal! 🧂 ¡Este hack de lavandería se convertirá en un cambio de juego para todas las amas de casa que compartiré en este artículo! 👇
El uso de lejía con demasiada frecuencia en realidad puede hacer más daño que bien. Con el tiempo, los tejidos se vuelven débiles y propensos a desgarrarse, y la práctica tradicional de hervir la ropa requiere mucho tiempo y trabajo.
Hervir la ropa requiere una olla grande que pueda estar al fuego, varias horas de tu tiempo y una atención constante para asegurarte de que todo queda bien desinfectado…
Pero no te preocupes. He descubierto una forma sencilla pero eficaz de devolver el brillo a los tejidos blancos sin dañarlos. Este método es fácil, requiere poco esfuerzo y ofrece grandes resultados.
El secreto para mantener los blancos brillantes
Para preparar una potente solución blanqueadora, mezcla los siguientes ingredientes en dos litros de agua tibia:
2 cucharadas soperas de peróxido de hidrógeno al 3
1 cucharada de amoníaco
Si tu ropa se ha vuelto notablemente amarilla, añade una cucharada extra de detergente suave, preferiblemente uno diseñado para tejidos delicados.
Sumerge las prendas en esta solución, utilizando una pequeña bañera o cubo para mayor comodidad. Como el amoniaco tiene un olor fuerte, cubrir el recipiente con film transparente ayudará a contener el olor. Deja la ropa en remojo toda la noche.
Al comenzar el día, presiona suavemente para eliminar cualquier resto de humedad, aclara las prendas con agua fría y, a continuación, mételas en la lavadora.
Una cucharada de sal en cada lavado
Cuando laves tejidos blancos, ajusta la temperatura a no más de 40°C y mantén el centrifugado a 800 RPM. Esto ayuda a conservar la suavidad del tejido, reduce las arrugas profundas y facilita el planchado.
Para mantener el brillo de la ropa blanca durante más tiempo, añade una cucharada de sal común de mesa directamente en el tambor de la lavadora antes de iniciar el ciclo. La sal elimina eficazmente las manchas y evita que la ropa blanca adquiera un tono grisáceo.
Para las manchas más difíciles, haz una pasta mezclando bicarbonato sódico con agua. Aplícala en la zona manchada, déjala actuar 15 minutos y luego lava como de costumbre.
Deja que el sol haga su magia
Para obtener los mejores resultados, seca la ropa blanca recién lavada al aire libre. La luz del sol aclara los tejidos de forma natural, aportándoles una dosis extra de frescura.
Con este sencillo truco, mantendrás tu ropa blanca limpia y reluciente sin los efectos nocivos de la lejía.