¡Nadie cree que sea la misma persona! ¡🫣🤯 Nikki Webster se encontró incapaz incluso de dar un paso y se dio cuenta de que era hora de hacer algunos cambios! ⌛🥴 ¡Una mujer de 3️⃣4️⃣ años que pesaba 2️⃣9️⃣4️⃣ kg se recompuso y perdió peso! 😯🤩 Ahora, pesando sólo 8️⃣8️⃣ kg, ¡roba todos los corazones a su alrededor! 😉💘 ¡Sus fotos del antes y el después hicieron estallar la red que mostraré en este artículo! 👇
A los 34 años, Nikki Webster se encontró luchando con un cuerpo que se sentía como una prisión. Con un peso de 294 kg, incluso tareas básicas como ponerse de pie o lavarse la cara se convirtieron en un reto. Se sentía atrapada, tanto física como emocionalmente, por su dependencia de la comida.
Nikki admitió abiertamente que la comida se había convertido en algo más que un simple alimento: era una adicción que la estaba destruyendo poco a poco. Sabía que si no tomaba medidas, su salud y su calidad de vida seguirían empeorando.
Decidida a tomar el control, Nikki pidió ayuda a un cirujano bariátrico. Se sometió a una cirugía de reducción gástrica que inició su transformación. En el primer año perdió la increíble cantidad de 93 kg. Pero la cirugía por sí sola no era suficiente: se comprometió a cambiar por completo su estilo de vida.
Empezó a hacer ejercicio con un entrenador personal, fue a terapia para tratar las causas profundas de su alimentación emocional y aprendió a desarrollar una relación más sana con la comida.
Durante su viaje, Nikki sufrió un revés devastador. Su mejor amigo, Michael, que también se había sometido a una operación de adelgazamiento, trágicamente no sobrevivió a la intervención. Su muerte fue un duro golpe, y Nikki luchó contra el dolor mientras intentaba seguir adelante con su recuperación.
A pesar de la carga emocional, seguía decidida a honrar tanto su viaje como la memoria de Michael.
Cuando perdió 158 kg, su médico le dio el visto bueno para someterse a una operación de extirpación de piel. La intervención eliminó casi 25 kg de piel sobrante, lo que ayudó a que su cuerpo reflejara por fin la transformación que tanto le había costado conseguir. Sin embargo, surgieron complicaciones: Nikki sufrió una hemorragia interna y tuvo que someterse a otra operación de urgencia. Afortunadamente, la segunda intervención fue un éxito y pudo volver a casa.
Tras dos años de dedicación inquebrantable, Nikki perdió la asombrosa cifra de 206 kg. Ya no se sentía prisionera de su propio cuerpo: estaba viviendo la vida que antes sólo había soñado.
Se compró sus primeros vaqueros en años, empezó a montar en bicicleta e incluso encontró el amor. Ahora, con 88 kg de peso, Nikki no solo sobrevive, sino que prospera. Comparte su historia con miles de seguidores, inspirando a otros a creer que la verdadera transformación es posible con determinación, resistencia y amor propio.